17 de octubre de 2016

Los edificios como centrales eléctricas

En artículos previos de este blog hemos visto cómo una buena parte del consumo de energía eléctrica tiene lugar en nuestros edificios, ya sean residenciales, terciarios o escolares. También hemos visto cómo hay un gran despilfarro energético en nuestros edificios, por carencias constructivas o por deficiencias en su estado de conservación.

Las Directivas sobre edificios (Directiva 2010 / 31) y sobre eficiencia energética (Directiva 2012  27) apuntan a la vivienda como uno de los sectores en los que hay que intervenir de forma decidida para cumplir con los objetivos de la estrategia Europa 2020.

En esta asunto, como en muchos otros, hay países que llevan años con las pilas puestas y países que aún están a la espera de tomar decisiones (aquí estamos nosotros). Se ha definido los que es un edificio de consumo energético casi cero (NZEB) como aquél que ha adoptado todas las medidas para reducir su consumo al mínimo y que cubre su demanda energética con energías renovables generadas in situ.

Esto apuntala el concepto de generación distribuida y marca el inicio de los edificios como  centrales generadoras de energía eléctrica. Pero la generación distribuida, unida a otros conceptos como los contadores inteligentes, las redes inteligentes, debe estar amparada por un escenario normativo propicio y coherente, y una de las muchas carencias de nuestra Unión Europea es la falta de una política energética común.

En este caldo de cultivo, la España sin gobierno, heredera de un Gobierno con una política energética muy desafortunada, es claramente uno de los países de la UE que tiene los deberes sin hacer en cuanto a eficiencia energética en el sector de la vivienda.

Existen distintas formas de generación distribuida que se pueden aplicar en entornos residenciales y de edificios: micro-eólica, micro-cogeneración, biomasa, pilas de combustible, pero la más conocida y difundida es la generación eléctrica mediante paneles solares fotovoltaicos (solar FV).


El Código Técnico de la Edificación (2006) exige en su documento base HE-4 la instalación de paneles solares FV en toda edificación de nueva obra para satisfacer una parte de la demanda de agua caliente y una parte de su demanda eléctricaSin embargo en España la energía solar FV como fuente de energía ha seguido un camino errático. Al amparo del Real Decreto 636 / 2007 florecieron los huertos solares por todo el país, atraídos por unas tarifas elevadas (que reflejaban los costes de generación solar FV de aquel momento). El Gobierno de turno falló estrepitosamente en cuanto a planificación y las altas tarifas se tuvieron que pagar a mucha más potencia solar FV “campestre” de la necesaria. Esto -junto con el lobby energético de las puertas giratorias- ha sido el desencadenante del desaguisado normativo eléctrico que ha experimentado España en los últimos años.


Así, dentro del mensaje oficial de que “las energías renovables son caras”, el fomento de la generación distribuida ha quedado estrangulado mediante Reales Decretos que inviabilizan soluciones como el balance neto mediante soluciones chuscas como el llamado “impuesto al sol”. Sin embargo, la generación distribuida mediante paneles solares fotovoltaicos instalados en tejados de edificios residenciales, terciarios o industriales es una de las vías imprescindibles para conseguir los objetivos fijados cara a 2020 y más allá.

Y frente al mantra del Gobierno de que no nos podemos permitir las energías renovables por ser “caras” hay muchos mensajes capaces de rebatir estas afirmaciones, en base a información transparente y contrastada.

La instalación de paneles solares en los techos de edificios ayuda a los barrios y a las ciudades a evitar el coste (creciente) de los combustibles fósiles, su contaminación atmosférica y sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).  

La reducción de costes de generación solar FV hace que en muchos países se haya alcanzado ya la denominada paridad de red, es decir, que al consumidor le cuesta lo mismo generarse su propia electricidad que comprarla a una empresa eléctrica. Como la energía solar FV se genera de día (cuando hay sol, aproximadamente entre las 09.00 y las 16.00 h) y en consumo en los hogares tiene su punta al atardecer (entre las 19.00 y las 21.00 h), existe un desfase entre punta de generación y punta de demanda. Este desfase se puede corregir por dos vías:

- una vía técnica, la acumulación de la energía, mediante instalaciones de baterías
- una vía administrativa, mediante el balance neto  (pago al propietario de los paneles solares FV por la energía excedente suministrada a  otro consumidor en las inmediaciones)  

La primera de las vías lleva tiempo en desarrollo, y se podría ver impulsada con el avance del vehículo eléctrico. La segunda vía lleva años bloqueada en España debido a intereses espurios del lobby eléctrico, que es quien sale perdiendo con el avance de la generación distribuida.

Existen múltiples casos en las que la energía solar FV aporta valor real, lo que debiera ser tenido en cuenta por los entes independientes, por la clase dirigente del país y por las compañías eléctricas, cada vez menos ancladas en su concepto centralizado de hace 100 años. El resumen de las muchas ventajas de la mayor integración de la energía solar FV en la red eléctrica se indica a continuación:

- la generación de energía eléctrica a partir del sol supone una fuente de energía que prácticamente no produce emisiones de GEI
- la generación distribuida descentraliza la red eléctrica, protegiendo así a los consumidores de una zona de los problemas surgidos en otras zonas, como apagones eléctricos.
- la generación renovable evita otras inversiones para cumplir con los requisitos llegar a un 20% de energías renovables
- el precio de la electricidad solar FV tiende a ser estable a lo largo del tiempo, a diferencia de las fuertes oscilaciones del precio de los combustibles fósiles
- al generarse la electricidad solar FV cerca del punto de consumo se reducen las pérdidas de transporte y distribución en la red eléctrica
- al generarse la electricidad solar FV durante las horas diurnas, cuando la demanda eléctrica total es mayor, se evita a capacidad de potencia (centrales para producir solo en horas punta)
- el despegue del sector solar FV aplicada a edificios permitirá crear nuevas empresas y puestos de trabajo, a un ritmo mucho más alto que la media del país.

En resumen, no hay una solución única aplicable a todas las ciudades en relación con la generación eléctrica distribuida. Lo que sí está probado es que el uso de los paneles solares instalados en techos de edificios (residenciales, terciarios) suministra una energía eléctrica distribuida y no contaminante, que aporta beneficios a la sociedad, a la economía, al medio ambiente y a la red eléctrica. 

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