18 de diciembre de 2015

El nuevo paquete de la UE sobre economía circular

Antes de llegar a comprobar el cumplimiento los objetivos fijados para 2020 en cuanto a residuos, en los que España va a incumplir clamorosamente, la Comisión Europea ha empezado a trabajar sobre los objetivos para 2030.

Así, tras haber apartado una primera propuesta sobre economía circular trabajada por el anterior equipo de gobierno de la CE (Durao Barroso), el actual equipo de gobierno (Junkers) ha publicado recientemente, coincidiendo con la COP21 de París, su nueva propuesta para estimular la transición de Europa hacia un nuevo modelo económico y productivo que aumente la competitividad de la UE, que impulse un crecimiento sostenible y que genere muchos nuevos puestos de trabajo.

El nuevo paquete sobre economía circular tiene un ámbito más amplio que el anterior y consta por una parte de un plan de acción con medidas que cubren todo el ciclo y con plazos para su cumplimiento. Y por otra parte incluye nuevas propuestas de revisión de Directivas sobre residuos en general, sobre residuos de envases y embalajes, sobre vertederos, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, sobre vehículos fuera de uso, sobre baterías y acumuladores…

Los elementos más llamativos de este paquete para 2030 son:

Objetivo común en la toda la UE de un 65% de reciclaje de residuos municipales (para 2020 un 50%, España anda por debajo del 40%)
Objetivo común para toda la UE de un 75% de reciclaje de residuos de envases y embalajes
Objetivo vinculante de reducción del vertido hasta un máximo del 10% para todo tipo de residuos (España anda por encima del 60%)
Promover instrumentos económicos para desincentivar el vertido (tasas de vertido)
Incentivos económicos a los productores para colocar en el mercado productos más verdes y para soporte de esquemas de recuperación y reciclaje (de envases, baterías, equipos eléctricos y electrónicos, de vehículos)
Medidas concretas para promover la reutilización y estimular la simbiosis industrial, de forma que los subproductos de una industria puedan ser la materia prima de otra industria

Los objetivos -que suponen auténticas oportunidades empresariales- para todo el ciclo incluyen:

- En cuanto a producción nuevos requisitos sobre ecodiseño (nueva normativa sobre televisores y pantallas), mejoras en eficiencia…
- En cuanto a consumo mejoras en garantías, información que ayude a reparar, ecoetiquetas, huellas ecológicas de productos, lucha contra la obsolescencia programada y contra falsos reclamos verdes
- En cuanto a gestión de residuos, nueva Directiva, promoción de las certificaciones voluntarias de instalaciones de tratamiento
- En cuanto al mercado de productos reciclados, nuevas Directivas (fertilizantes, agua para uso de riego), normas sobre calidad (plásticos), sistemas informáticos para casar oferta y demanda

El paquete también incluye actuaciones sectoriales sobre plásticos (residuos en los mares), residuos de alimentos, materia primas críticas (en RAEE), construcción y demolición, biomasa, innovación e inversión.

Los instrumentos de mercado, más allá de la legislación (normas ISO, huellas, declaraciones ambientales de producto), pueden suponer un factor de diferenciación o de competitividad para las empresas. 

La imagen repetida de un vertedero en África con montañas de ordenadores desechados procedentes de Europa nos debe hacer reflexionar sobre qué es lo que no funciona bien: un producto ¿bueno o no?, un diseño ¿bueno o no?, un fabricante ¿responsable o no? un usuario ¿concienciado o no?, una administración ¿tolerante o no?. Evidentemente ha fallado un poco de todo, y esto es lo que se debe corregir, desde una visión integral de todo el ciclo de vida.

Cara a 2020 nuestra inacción nos ha conducido a un fracaso flagrante, por culpa de políticos incapaces y corruptos, de empresas poco visionarias y responsables  y de ciudadanos poco sensibilizados. Tras años de crisis y recortes las sanciones y multas van a ser cuantiosas y -esperemos- ejemplarizantes.

Las crisis son el preámbulo de algo nuevo; históricamente las crisis han propiciado cambios de modelo. Cara a 2030 la única opción es pensar en el mañana y pasar a la acción, actuando tanto sobre la oferta como sobre la demanda, esforzándonos de verdad en cumplir este plan de acción y buscando las ventajas para el medio ambiente y para la economía que puede aportar la economía circular. Para ello en los próximos años conceptos y términos como reducción del consumo, ecodiseño, responsabilidad del productor y del consumidor, reparación, intercambio de información, difusión de mejores prácticas deberán formar parte de nuestro día a día. 

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