Antes de llegar a comprobar el cumplimiento los objetivos
fijados para 2020 en cuanto a residuos, en los que España va a incumplir
clamorosamente, la Comisión Europea ha empezado a trabajar sobre los objetivos
para 2030.
Así, tras haber apartado una primera propuesta sobre economía
circular trabajada por el anterior equipo de gobierno de la CE (Durao Barroso),
el actual equipo de gobierno (Junkers) ha publicado recientemente, coincidiendo con la COP21 de París, su nueva
propuesta para estimular la transición de Europa hacia un nuevo modelo
económico y productivo que aumente la competitividad de la UE, que impulse un
crecimiento sostenible y que genere muchos nuevos puestos de trabajo.
El nuevo paquete sobre economía circular tiene un ámbito más amplio que el anterior y consta por una parte de
un plan de acción con medidas que cubren todo el ciclo y con plazos para su cumplimiento.
Y por otra parte incluye nuevas propuestas de revisión de Directivas sobre residuos en
general, sobre residuos de envases y embalajes, sobre vertederos, sobre
residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, sobre vehículos fuera de uso,
sobre baterías y acumuladores…
Los elementos más llamativos de este paquete para 2030 son:
- Objetivo común en la toda la UE de un 65% de
reciclaje de residuos municipales (para 2020 un 50%, España anda por debajo del
40%)
- Objetivo común para toda la UE de un 75% de
reciclaje de residuos de envases y embalajes
- Objetivo vinculante de reducción del vertido
hasta un máximo del 10% para todo tipo de residuos (España anda por encima del
60%)
- Promover instrumentos económicos para
desincentivar el vertido (tasas de vertido)
- Incentivos económicos a los productores para
colocar en el mercado productos más verdes y para soporte de esquemas de
recuperación y reciclaje (de envases, baterías, equipos eléctricos y
electrónicos, de vehículos)
- Medidas concretas para promover la reutilización
y estimular la simbiosis industrial, de forma que los subproductos de una industria
puedan ser la materia prima de otra industria
- En cuanto a producción nuevos requisitos sobre
ecodiseño (nueva normativa sobre televisores y pantallas), mejoras en
eficiencia…
- En cuanto a consumo mejoras en garantías, información que ayude a reparar, ecoetiquetas, huellas ecológicas de productos, lucha contra la obsolescencia programada y contra falsos reclamos verdes
- En cuanto a gestión de residuos, nueva Directiva, promoción de las certificaciones voluntarias de instalaciones de tratamiento
- En cuanto al mercado de productos reciclados, nuevas Directivas (fertilizantes, agua para uso de riego), normas sobre calidad (plásticos), sistemas informáticos para casar oferta y demanda
- En cuanto a consumo mejoras en garantías, información que ayude a reparar, ecoetiquetas, huellas ecológicas de productos, lucha contra la obsolescencia programada y contra falsos reclamos verdes
- En cuanto a gestión de residuos, nueva Directiva, promoción de las certificaciones voluntarias de instalaciones de tratamiento
- En cuanto al mercado de productos reciclados, nuevas Directivas (fertilizantes, agua para uso de riego), normas sobre calidad (plásticos), sistemas informáticos para casar oferta y demanda
El paquete también incluye actuaciones sectoriales sobre
plásticos (residuos en los mares), residuos de alimentos, materia primas
críticas (en RAEE), construcción y demolición, biomasa, innovación e inversión.
Los instrumentos de mercado, más allá de la legislación
(normas ISO, huellas, declaraciones ambientales de producto), pueden suponer un
factor de diferenciación o de competitividad para las empresas.
La imagen repetida de un vertedero en África con montañas de
ordenadores desechados procedentes de Europa nos debe hacer reflexionar sobre
qué es lo que no funciona bien: un producto ¿bueno o no?, un diseño ¿bueno o
no?, un fabricante ¿responsable o no? un usuario ¿concienciado o no?, una
administración ¿tolerante o no?. Evidentemente ha fallado un poco de todo, y
esto es lo que se debe corregir, desde una visión integral de todo el ciclo de vida.
Cara a 2020 nuestra inacción nos ha conducido a un fracaso flagrante,
por culpa de políticos incapaces y corruptos, de empresas poco visionarias y
responsables y de ciudadanos poco
sensibilizados. Tras años de crisis y recortes las sanciones y multas van a ser cuantiosas y -esperemos- ejemplarizantes.
Las crisis son el preámbulo de algo nuevo; históricamente las crisis han propiciado cambios de modelo. Cara a 2030 la única opción es pensar en el mañana y pasar a la acción, actuando tanto sobre la
oferta como sobre la demanda, esforzándonos de verdad en cumplir este plan de
acción y buscando las ventajas para el medio ambiente y para la economía que
puede aportar la economía circular. Para ello en los próximos años conceptos y
términos como reducción del consumo, ecodiseño, responsabilidad del productor y
del consumidor, reparación, intercambio de información, difusión de mejores
prácticas deberán formar parte de nuestro día a día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario